Tuvimos la oportunidad de contactar con el equipo de Deleitewear para conocer más sobre el gran trabajo que hacen y esto fue lo que nos comentaron:
1. ¿Cuál es la historia de vuestra startup?
Deileitewear-moda sostenible Cuando pienso en el origen en la startup creo que la idea estaba presente en mi hace años pero fue en la pandemia cuando se hizo realidad. Quizás porque cuando encierras a una boomer y una millenial poco convencionales en una casa durante 3 meses saltan chispas. Por suerte, en una de estas chispas, mi madre modista de la postguerra nos debió iluminar y decidimos fundar nuestro proyecto de moda upcycled DELEITAWEAR.
Las fundadoras somos Laura y yo, (mi hija y yo). Laura es diseñadora de moda. Y yo nací entre costuras. La abuela de Laura era profesora de corte y confección en Valladolid. Una artista en sus creaciones. Cuando yo tenía la edad de Laura decidimos crear un taller de confección. Con la ilusión, del que cree en su proyecto, nos fuimos a hacer prospección a Barcelona; ciudad condal conocida por ser pionera en talleres de confección.
Era finales de los 80, y nuestro sueño rápidamente se esfumó. Los encargados de los talleres nos aconsejaron, con lágrimas en los ojos, que nos olvidáramos de la idea. Sus negocios agonizaban porque los chinos confeccionaban con costes inimitables. ¡Cierto! empezamos a ver prendas en las tiendas a precio de coste español.
Recuerdo a mi madre remirando las prendas y diciendo: – ¡pobrecilla qué miseria han debido pagar a la señora china que ha cosido esto para que el precio final sea tan barato en el otro lado del mundo!¡Con la de puntadas que lleva! Evidentemente, era un modelo de negocio imposible de replicar. Así que yo me dediqué a estudiar Económicas y Empresariales. Y mi madre siguió con su Academia de Corte y confección en Valladolid.
Abandonamos nuestra idea de emprendimiento y dediqué mi carrera profesional a otro sector. Sin ser consciente, estaba ante el inicio de la “fast fashion”. Nadie la llamaba así, claro.
Acabé en Madrid trabajando en una gran empresa y en mi tiempo libre me incorporé a un voluntariado donde acompañaba a prostitutas drogadictas para que cogieran fuerza y reencontraran su autoestima, su dignidad. Allí íbamos, mi primera amiga de Madrid, Bibi, y yo, con los ojos abiertos como platos. Todas las semanas íbamos al piso de Mesón de Paredes lleno de mujeres con historias de ponerte los pelos como escarpias.
El piso lo llevaba APRAMP (Asociación que rescata a niñas y mujeres de la trata de blancas). Fue una experiencia vital que siempre recordaremos, allí estuvimos colaborando hasta que me quedé embarazada. En aquellas épocas había mucho riesgo de SIDA y decidí ser prudente por mi Laurita. Mi Laura que a los 6 meses ya jugaba con el metro.
Tras 24 años, Laura que nació en plena “fast fashion”, ha heredado la creatividad de su abuela y como diseñadora e investigadora del sector textil, se siente responsable de hacer otra moda porque el planeta no se puede permitir ceder más recursos a la “fast fashion”. Ha trabajado en Londres, Berlín y Amsterdam y se ha enamorado de la economía circular, el upcycling como forma de rescatar tejidos de calidad y crear ropa para mujeres reales.
Yo, últimamente me he dado cuenta de que mi vida también es circular por dos hitos que me tienen impactada:
Después de más de 30 años de ilusión paralizada por la fast fashion. Ahora yo soy la madre y retomo ese proyecto de moda con mi hija. Con la seguridad de que hay alternativas a la fast fashion. Que hay una gran oportunidad para evitar que el sector textil sea el segundo más contaminante del planeta. Salvar los tejidos ya existentes. Tras una búsqueda intensiva, por fin encontramos un taller de inserción social que encajase con nuestra metodología de producción y valores. Un día quedé a tomar un café con Bibi, hacía muchísimo que no nos veíamos, le puse al día de mis aventuras me dijo asombrada: “Nuria, este taller del que me hablas pertenece a la misma asociación APRAMP, donde compartimos tantos momentos”. ¡Vaya! Sin saberlo, he vuelto con mi hija, ella ya hecha una mujer para seguir luchando por los derechos de las mujeres. Es un gran orgullo crecer con estas mujeres valiente bajo el lema “pespuntes de libertad #contralatrata”
2. ¿Cuál es la diferencia entre reciclar y hacer upcycling, downcycling?
Si buscamos la palabra española para “upcycling”, hablaríamos de suprareciclaje. El prefijo “supra” o “up” del inglés, nos indican que, al reciclar el material en cuestión, este es revalorizado. Lo contrario sería el “downcycling” o infrarreciclaje, donde el nuevo material reciclado pasa a ser de una calidad inferior.
Cuando llevamos las prendas al contenedor de reciclaje, nos imaginamos que las materias que componen los tejidos se pueden transformar otra vez en su forma original para volver a empezar el ciclo. Sin embargo, menos del 1% del textil es reciclado en nueva ropa.
¿Por qué?
El textil es un producto muy complejo. Las fibras necesitan de unas cualidades específicas para poder hilarse y tejerse adecuadamente. Tanto el reciclaje mecánico como el químico disminuyen la calidad de las fibras tratadas, reduciendo mucho sus posibilidades de hilatura y posterior tejeduría. Por lo que, para para poder generar tejido y prendas nuevas, se necesita mezclar la masa del reciclado con nuevas fibras vírgenes. Cuantas más mezclas de diferentes materiales hay en un producto más complicado será su reciclaje.
Por eso, la mayoría del reciclado consiste en entregar la ropa a otras industrias que usan el producto en aplicaciones de menor valor, por ejemplo, material aislante, paños para limpiar y relleno de colchones, todos los cuales son actualmente difíciles de recuperar y, por lo tanto, probablemente constituyan el uso final. Esto sería hacer “downcycling”, lo opuesto del “upcycling”.
El reciclado parece buena opción para tejidos que están muy defectuosos.
Pero atentos, cada segundo se tira o se incinera un camión de basura textil en el mundo con prendas que se han puesto tan solo una media de entre 7 y 10 veces. Mas de la mitad de estas se produjo hace menos de un año. Esto es una media, por tanto, probablemente la mayoría de los tejidos están prácticamente nuevos y sin estrenar. Lo más lógico es aprovechar estos tejidos antes de considerarlos residuos defectuosos y pasar a un infrareciclaje. Esta idea es la que nos lleva a hacer “upcycling” en DeleiteWear.
En DeleiteWear utilizamos tejidos de calidad como camisas de hombre y sabanas, la mayoría nuevos por el reducido uso, y nos servimos de la creatividad como aliada para reencarnar esas prendas en nuevas colecciones, evitando consumir recursos naturales del planeta. Utilizando herramientas de diseño y patronaje, buscamos una metodología escalable que se aplica a la producción para evitar los altos costes de la artesanía y presentar precios más asequibles. De esta forma, la moda sostenible puede llegar a más público.
Por explicarlo más visualmente, en el caso de las camisas, con el suprareciclaje eliminamos las partes desgastadas normalmente cuellos o puños y utilizamos el resto de tejido de algodones peinados de calidad, que necesitaron miles de litros para producirse.
Se revaloriza el tejido y se crean nuevos diseños con técnicas meticulosamente pensadas para aprovechar al máximo los tejidos y sin consumir del planeta nuevas materias vírgenes. De no ser así, en el mejor de los casos, estos algodones acabarían siendo relleno de cojines (downcycling).
La organización líder en la transición hacia la moda sostenible, Fashion Revolution, calculó en 2020 que, con tan solo extender la vida de un producto textil nueve meses más, ya conseguimos reducir su huella de carbono, su huella hídrica y su huella como residuo, entre un 20 y un 30%. Es una gran oportunidad extender la vida de los tejidos para seguir disfrutando del deleite de vivir en nuestro planeta tierra.
3. ¿Cuál es el proceso de la cuna al producto de la materia prima con la que trabajáis?
Yo creo que lo mejor es que lo veáis, en estos videos contamos el proceso de forma transparente. Link al video.
4. ¿Cuál es la percepción de vuestros clientes? ¿Qué valoran de vuestro producto?
Valoran la historia que hay detrás del producto, “En Deleitewear reencarnamos prendas que empoderan a las mujeres”.
Desde un punto de vista medioambiental, nuestras clientas valoran que nuestras colecciones provengan de salvar tejidos de calidad evitando doble contaminación, la de producirse y la polución de ser desechado o enterrado, estamos hablando de aproximadamente de 1 millón de toneladas de basura textil al año en España.
Desde un punto de vista de moda, valoran que nuestras prendas sean alegres y mediterráneas, normalmente la moda sostenible suele ser básica y más sobria. Además de ser flexibles y adaptables, empoderando a la mujer real. ¡Nos encanta el positivismo corporal y de la edad!
A diferencia del fast fashion producido en serie hoy en día, en Deleitewear, cada pieza es única. Cada prenda upcycling tiene su propia historia transformada en diseños alegres y está exclusividad también gusta.
Desde un punto de vista social, nuestras prendas están confeccionadas por mujeres valientes que han salido de la esclavitud sexual, comprando Deleitewear empoderamos a estas heroínas.
5. ¿Qué les dirías a los estudiantes para animarlos al uso de la economía sostenible?
Les diría que como consumidores tenemos la llave para cambiar el rumbo del cambio climático apoyando con nuestra compra a empresas que se preocupan de que la humanidad sea sostenible a largo plazo. Empresas que con transparencia demuestren que lo que dicen es cierto, porque el planeta permanecerá pero si en 10 años sube la temperatura 1,5º los humanos no podremos seguir respirando, disfrutando del agua como hasta ahora, muchas ciudades costeras desaparecerán..
Cuando pagamos por una camiseta lo mismo que por un café, es porque alguien está costeando la diferencia: la naturaleza y la persona que trabaja en condiciones poco dignas, más bien infrahumanas.
La industria de la moda es, según la ONU, la segunda más contaminante del planeta tras las petroquímicas: produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y transportes marítimos internacionales juntos.
En un mundo en el que los investigadores del CSIC insisten que el éxito no es vencer al COVID-19 sino evitar las pandemias. Es esencial caer en la cuenta de que no hay suficiente dinero en los estados para compensar el daño que nos hacemos los humanos al seguir explotando frenéticamente los recursos finitos de nuestra Tierra, que es la única que nos puede proteger de las zoonosis.
Al igual que en otras industrias, todos en el sector textil, desde los diseñadores a los productores de moda, nos debemos plantear una nueva forma de generar prendas que nos permita seguir disfrutando de nuestro planeta. Por ello, están surgiendo alternativas a la moda “fast-fashion” de economía lineal: producir, usar y tirar. Surgen nuevos movimientos que apuestan por la moda sostenible con distintas formas de conseguir los tejidos: hablamos del reciclaje y el suprareciclaje o “upcycling”.
6. ¿Tenéis alguna mejora para un futuro?
Sí, estamos pensando en nuestra nueva colección de invierno que introduzca nuevas dimensiones, pero todavía estamos analizando y os lo iremos contando paso a paso en nuestras redes.
Además no sólo hablamos de moda, queremos ofrecer una visión más holística del mundo sostenible, ofrecemos recetas de cosmética que podemos elaborar por nosotros mismos “do yourself”, charlas interesantes como por ejemplo: ¿ la moda esclaviza o libera? Liderada por un experto en la materia.
¡Esperamos que todas estas iniciativas sean de vuestro deleite!
Para conocer proyectos con impacto social en los que puedes participar visita U4IMPACT
Referencias
Ellen MacArthur Foundation, 2017. A New Textiles Economy: Redesigning Fashion’sFuture.
Sin embargo, estas iniciativas no tendrán cabida si los consumidores siguen apoyando con su compra la “fast fashion”.